lunes, 18 de abril de 2011

Nuestra pirámide

Vamos avanzando lentamente, voy saboreándote poco a poco, intentando descifrar cada beso, cada caricia...

Prefiero que sea así, porque quiero ralentizar todo hasta casi detenerme. Quiero caminar por cada curva de tu cuerpo y fotografiar todas sus perspectivas, quiero rememorarlo como si lo estuviera viviendo otra vez.

Sabes que mi vida ha dado un giro de 180 grados y, aunque me empeñe en detener el tiempo, los días pasan muy deprisa cuando estás conmigo. No hablo de felicidad ni de cualquier otro estado espiritual semejante, no sé de qué hablo en realidad, simplemente me centro en vivir a cada segundo y en que lo vivas conmigo.

Porque algún día llegaremos al último escalón, esa autorrealización de la que Maslow hablaba en su pirámide y que a mí me suena a plena paz, la misma paz que me envuelve y se apodera de mi ser cada vez que escucho tu voz y me pierdo en cada una de tus palabras.

No me importa que todavía no estés ahí, ni yo tampoco, porque prefiero que vayamos de la mano. Prefiero estar a tu mismo nivel para levantarte cuando te tropieces, para susurrarte al oído que no tengas miedo cuando sientas vértigo, para respirar tu mismo aire y llenar tus pulmones.

Y cuando llegue el momento también quiero ir de la mano para subir el siguiente escalón, para crecer contigo cada día y romper todo lo que nos ata al suelo y no nos deja volar.

Porque no necesito ningún paracaídas para lanzarme y tocar el cielo contigo.



Eres - Dani Martín





...Y es que siento que eres superior, que me haces guapo y que puedo irme a volar contigo...


Bon voyage!