Mas no es así y lo cierto es que, aparte de perderme, he estado a punto de perderte. Y sí, es esto último lo que más miedo me ha dado porque yo puedo encontrarme infinitas veces, pero no creo que pueda encontrar a alguien como tú. Tan simple y tan completa.
Está claro que todo esto me ha venido muy grande. Tú misma me has venido gigante. Pero me niego a no amoldarme a ti. Prefiero crecer hasta llegar a tu altura, a asomarme por tus pupilas y mirarme de frente.
Porque si hay unos ojos que quiero que me miren, prefiero que sean los tuyos y, puestos a pedir, elijo que lo hagan cada mañana, cada vez que despertemos juntas.
...Prefiero esta vez encontrarte inundando mis ojos, esperando a que pase, a que caigamos otra vez...
Bon voyage!