lunes, 2 de diciembre de 2013

Delirium

Me encuentro en tierra de nadie, sin saber hacia qué lado moverme, hacia qué lado remar. Intento buscar tu perfume mientras me pierdo entre las hojas de este otoño. Entre los tonos anaranjados de tu piel y los suspiros del aire que respiras.

Todos ellos son aliados inconfundibles de mi locura.

Se unen sigilosamente para deformar mi razón, para desdibujar las líneas de tu cuerpo y nublar mis sentidos cubriéndolos de ese delirio imperceptible que siempre está conmigo.

Y miro hacia atrás y soy consciente de que hasta mis sentidos se han visto afectados por tu ausencia, porque lo cierto es que no soy capaz de diferenciar el sabor de las fresas que nos comíamos del rastro que dejaban tus labios en los míos cada mañana al despertar.

Vas marcando mi presente con tus huellas. Lo llenas lentamente con el tacto de tus manos mientras espero el desgarro de tus labios en mi boca. Mas me has llenado de tus oscuros sinsentidos y creo que estoy empezando a enloquecer, porque siento resbalar gotas de agua por mi piel y me hundo entre los charcos, pero dudo. 

Dudo de si llueve o sólo es esa maldita niebla que me acompaña allá a donde voy.


Bon voyage!