Mi bestia y yo

A veces nos gustaría retratar todas nuestras emociones sobre el papel, escupirlas de nuestro interior con la vana ilusión de que se borren y desaparezcan por completo. Mas no vale engañarse, no conviene luchar contra esa bestia que todos llevamos dentro.

Las cosas suceden por algún motivo y, por fortuna o no, el destino siempre nos espera para acecharnos a la vuelta de la esquina.

Precisamente tras esa esquina vive mi bestia, ese animal de ojos fríos que no tiene conciencia ni escrúpulos. Pero ahora, por primera vez en mucho tiempo, ya no tiemblo al mirarte, ya me he cansado de sostenerte en mi cabeza, de temer al miedo.

Me he pedido perdón, me he reconciliado conmigo misma y no me preocupa absolutamente nada.

Todo lo que ha sucedido queda atrás, ya es pasado y no me arrepiento de haberlo hecho. En cuanto a lo que ocurra en un futuro, a los obstáculos que tenga que saltar a lomos de esa bestia, y a todas aquellas preguntas a las que todavía no he encontrado ni una mísera respuesta, simplemente no me preocupan.


Sabes demasiado - Maldita Nerea

...Y las cosas no han cambiado, aunque el cielo hoy es de otro color...

Bon voyage!